jueves, 31 de diciembre de 2015

Grobnik, el vampiro que ronda los cementerios - Articulos y Leyendas de terror



En el distrito de Struga, Bulgaria, habita uno de los vampiros más despreciables del folklore: Grobnik; cuyo nombre significa, literalmente: «de la tumba».

Se dice que alguien se convierte en Grobnik luego de morir estrangulado, sin embargo, otros señalan causas aún peores, como la fascinación mórbida de ciertas personas por lo pútrido, lo corrupto.

Cuando muere alguno de estos individuos con esa rara preferencia por la descomposición, su espíritu se rehúsa a abandonar el cadáver. Durante nueve días lucha tenazmente por accionar sus músculos y articulaciones, recuperando al fin cierta motricidad dificultosa que apenas le permite salir de su ataúd.

Aquellos sepultureros que han tenido la mala fortuna de verlo sostienen que el Grobnik se asemeja a un muñeco articulado por hilos invisibles, sacudido por espasmos y temblores repentinos.

A lo largo de unos cuarenta días posteriores a su entierro, el Grobnik finalmente se aventura por los terrenos del cementerio, vagando entre las tumbas y recolectando aquellos roedores y pequeños insectos que a su vez se alimentan de la carne de los muertos.

Durante este período el Grobnik evita cualquier tipo de contacto con los humanos, ya que se encuentra en un estado realmente vulnerable. Incluso su sombra, dicen, una silueta negruzca salpicada de chispas azules, puede llegar a absorberlo si ésta crece demasiado bajo luz incierta de la luna.

Al finalizar este período el Grobnik adquiere completa posesión de sus facultades, entre ellas, una fuerza sobrenatural. Su carne, hasta entonces pútrida y licuefacta, adquiere una consistencia impenetrable; recién entonces se atreve a cazar presas de mayor envergadura, como perros, gatos, aves y niños.

Esta dieta diabólica pronto es reemplazada por otra, igual de repugnante pero menos costosa. El Grobnik desarrolla entonces el deseo inaplazable de comer la carne de los muertos. Aguarda la llegada de la noche en su oscura madriguera, entonces emerge como una vaga silueta inarticulada y se dispone a desenterrar con sus propias manos a los cadáveres más frescos.

El Grobnik muestra cierta predilección macabra por los cadáveres de mujeres jóvenes, sobre los cuales practica toda clase de caricias blasfemas, que en general van acompañadas por gritos inhumanos, preludio de un festín que puede prolongarse hasta las últimas horas de la noche.

Los enterradores búlgaros suelen dejar al Grobnik en paz y rara vez se involucran en sus asuntos, ya que éste nunca ataca a las personas adultas, salvo que estén probadamente muertas, debido a que su vista suele traicionarlo al aumentar el volumen de los objetos que lo rodean.

En su mundo, los escarabajos y las cucarachas que se ceban en la putrefacción poseen dimensiones descomunales.

En las adyacencias de los cementerios de Bulgaria suelen venderse unos talismanes mágicos que, según se dice, mantienen al Grobnik fuera de la órbita de una tumba determinada. Desde luego, también puede ser reducido con relativa facilidad. Una vez atrapado, el Grobnik es quemado con madera de fresno y sus cenizas son desperdigadas a los cuatro vientos, en ciertos casos, incluso inhaladas por hechiceros excesivamente escrupulosos.


FUENTE: elespejogotico.blogspot.com.ar


miércoles, 30 de diciembre de 2015

El niño del tarro - Historias de terror



Se cuenta que en el domicilio ubicado en la calle Galeana 1976, cerca de lo que es hoy el puente sobre la avenida del ayuntamiento, vivía un matrimonio con su pequeño hijo.

Hubo un tiempo en el cual el pequeño se mostraba sumamente nervioso y preguntaba a sus padres -¿Quién juega y llora en la azotea todas las noches?-, los padres no le daban importancia alguna, y decían: -ha de ser un gato ¡duérmete!-.

El pobre niño despertaba a media noche, asustado, porque sobre el techo de su cama se escuchaban gemidos, y el sonido de una lata rodando continuamente de un lado a otro. Llamaba a sus padres, pero estos desde su habitación le ordenaban volver a acostarse. Incluso intentaba dormir con ellos, pero también se lo impedían.

En una de tantas ocasiones, el matrimonio fue despertado a mitad de la noche por un grito de terror proveniente de la habitación del niño. Corrieron a su cuarto pero no pudieron encontrarlo por ningún lado. Dieron aviso a las autoridades y al día siguiente, luego de una larga jornada de búsqueda, ven un tarro atado con un lazo colgar de la azotea.

Con algo de enojo el hombre sube a la terraza, y ve otro recipiente tirado sobre el techo de la recamara de su pequeño, al acercarse ve a su hijo en un rincón, sentado en cuclillas, abrazando sus piernas, con el cuerpo totalmente arañado y su rostro mostrando un gesto de infinito terror… lamentablemente ¡sin vida!.

El matrimonio se muda inmediatamente de la propiedad.

Ya en su nuevo hogar, días después son despertados a media a noche por el sonido de una lata rodando en la azotea, y parado allí frente a su cama, vieron a su hijo que les dijo: -Me asusta el ruido de allá arriba-.

Luego de aquel incidente no lo volvieron a ver, pero cada año en el aniversario de su muerte, se escucha el ruido de un tarro y el llanto desconsolado del niño.

martes, 29 de diciembre de 2015

Leyenda de la mujer fantasma de la Av. Lázaro - Historias y leyendas de terror



La Avenida Lázaro Cárdenas, es una vialidad muy importante de Guadalajara, Jalisco. Conecta con el poblado de Chápala, y es muy conocida por la gran cantidad de accidentes que suceden en ella. Se puede contar al menos uno diario, algunos demasiado fuertes con consecuencias mortales. Se identifica la causa como a una mujer que se aparece misteriosamente en medio del camino, distrayendo a los conductores. Cuando estos intentan esquivarla sufren fatales percances. Otros tantos aseguran haberla atropellado.

Los testigos afirman que es una presencia del más allá, la cual aparece a altas horas de la noche, en medio de la oscuridad, cruzándose frente a los autos produciendo accidentes a diestra y siniestra.

Es bien sabido que los lugares donde suceden muertes trágicas conservan las energías de las personas que fallecieron ahí, algunas quedan tan impregnadas, que permanecen vagando por tiempo indefinido, repitiendo su mortal desenlace una y otra vez.

Según declaraciones hechas por los accidentados sienten que la atropellan, incluso que la despedazan con sus autos, pero cuando los servicios de emergencia buscan a la persona herida, no pueden si quiera encontrar rastros de alguien en los alrededores, incluso extendiendo su búsqueda más allá de lo previsto. Por lo cual después de tantos incidentes, han llegado a tomarlo como algo común, sin sorprenderse al escuchar la misma historia incontables veces.

Una de las teorías y rumores que más se menciona dice que al parecer tal lugar fue un paradero de camiones de carga, donde los choferes de las unidades paraban a descansar, comer y en ocasiones contratar los servicios de mujeres de la vida galante. Se cree que una de ellas fue estrangulada o asesinada, y ahora sedienta de venganza, cruza frente a los automóviles causando accidentes.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Las puertas del infierno - Historias de terror



Pasaban apenas las doce de la noche cuando un estruendo cimbró el lecho donde descansaban los cinco miembros de aquella familia, pero no se inmutaron, estaban muy acostumbrados a los desmanes del viento que noche tras noche azotaba su hogar, causando una ola de extraños e interminables sonidos.

No se movieron aun cuando puertas y ventanas comenzaron a golpearse fuertemente contra los muros, dando paso a un silbido frio que calaba hasta los huesos. Poco les inquietó también el crujir de paredes y techos, los cuales anunciaban un terrible acontecimiento de tal magnitud, que hasta una construcción inanimada como una casa pudo sentirlo y empezó a temblar. Era el miedo en si inundando el ambiente…

El edificio trató de advertirles, despedía polvo y tronaba como si quisiera desprender sus cimientos e irse lejos. Pero sus esfuerzos eran inútiles, la familia seguía durmiendo despreocupadamente, ignorando por completo el olor a azufre que emanaba de todos lados.

Minutos más tarde, por obra de aquello que está más allá de nuestro entendimiento, los chirridos de ciertos materiales al quemarse se asemejaron a quejidos, el lamento de aquella casa que se rehusaba a morir sin haber vivido.

Cuando los vecinos acudieron a prestar auxilio, era muy tarde, las llamas ardían con furia y todos lloraban con desesperación, ante aquellos terribles alaridos que transmitían la agonía de una terrible muerte llena de sufrimiento.

Según los testigos la tierra se abrió y la casa envuelta en fuego fue tragada mientras una figura con cuernos bailaba alegremente entre las llamas, así fue como aquella noche supieron y de la peor forma que vivían sobre las puertas del infierno y el mismísimo Diablo en persona se tomaba la molestia de abrir la entrada, para llevarse consigo a cinco buenas personas mientras dormían.

Ahora cada vez que una casa cruje, rechina o un frío extraño aparece sin razón en el ambiente, las personas que merodean por aquel pueblo siniestro saben que no es culpa del viento y tiemblan de miedo, pensando que pueden ser los siguientes en atravesar las puertas del infierno cuando por fin el Diablo las abra de nuevo.



Fuente: leyendadeterror.com


jueves, 10 de diciembre de 2015

El fantasma de Cheltenham - Historias y leyendas de terror



La acción se sitúa en una pequeña localidad inglesa, Cheltenham, en el año 1882. El capitán Frederick William Despard, recién retirado, se acababa de instalar con su familia en una hermosa casa en la calle Pittville Circus Road. Vivían con él su segunda esposa, Harriet Ann, y sus cinco hijos con edades comprendidas entre los 19 y los 9 años.

Una calurosa noche del mes de junio, cuando apenas llevaban tres meses instalados en su nueva casa, Rosina Clara, la hija mayor, escuchó unos pasos cerca de de la entrada de su dormitorio cuando se desvestía para acostarse. Creyendo que era su madre, abrió la puerta, pero no había nadie en el pasillo. Miró a lo largo del mismo y vio, en el rellano de la escalera, la silueta de una mujer enlutada. Parecía que enjugaba sus lágrimas con un pañuelo.

A los pocos segundos, la visión bajó las escaleras, desapareciendo en el piso inferior. la joven reaccionó cuando la figura ya se había marchado; pero eso carecía de importancia, puesto que a partir de esa noche, el supuesto fantasma entró a formar parte de la vida de la familia Despard y Rosina decidió ser la cronista de todas y cada una de las manifestaciones paranormales que se sucedieron en la casa. Gracias a ella, el caso ha pasado a la historia como uno de los mejor y más documentados de la historia de la parapsicología.

Hasta el año 1884, el fantasma enlutado se apareció de forma muy esporádica ante Rosina. Curiosamente, la joven, no contó a casi nadie lo que sucedía, tal vez pensó que no le creerían si no contaba con más testigos de las apariciones. Sólo habló del fantasma a unos pocos amigos de su entera confianza. Pero hubo más atestiguantes: Una de las hermanas de Rosina vio a la mujer descendiendo por las escaleras principales de la casa, pero pensó que sería alguna visita de sus padres. También una doncella divisó a la mujer pero ella, menos confiada que la joven Despard, alarmó a toda la casa convencida de que había visto a una intrusa la cual entró a hurtadillas para robar. Se registró la casa, pero no encontraron a nadie.

El otro testigo fue el hermano pequeño de Rosina que desde el jardín, mientras jugaba con un amiguito, vio claramente a una mujer vestida de negro, llorando desconsoladamente en una sala de la casa junto a una ventana. Cuando entró para ver quién era y qué le sucedía, la mujer ya no estaba.

A partir del verano de 1884 el fantasma entró en una fase de hiperactividad; sus paseos nocturnos se multiplicaron y Rosina, en una ocasión, conmovida por la tristeza que veía en ella, trató de hablar con el fantasma, pero la figura desapareció instantáneamente. Fue entonces cuando decidió contar a su padre lo que estaba sucediendo.

Las apariciones se hicieron más frecuentes y empezaron a ir acompañadas de toda la fenomenología que rodea a este tipo de eventos paranormales: bajadas bruscas de temperatura, ruidos de origen inexplicable,… Cada vez eran más los testigos de aquellas apariciones, puesto que el espectro se iba desinhibiendo más y más; como si hubiera ganando confianza y ya no le molestara la presencia de los vivos. Sin duda Rosina y su padre fueron los que más entraron en contacto con la manifestación de aquella mujer. Incluso, según anotó Rosina, en varias ocasiones solo ellos o muy pocas personas podían ver al fantasma.

La joven fue anotando durante todos esos años cada una de las apariciones fantasmales inexplicables de una forma rigurosa. Investigó la historia del pueblo y de la casa, intentando poner nombre al fantasma y, aunque no pudo corroborarlo, la candidata número uno pasó a ser una tal Imogen Swinhoe, que había sido la amante del inquilino que ocupó la propiedad antes que los Despard.

Según pudo averiguar, Imogen, tras una terrible disputa entre los amantes, había sido expulsada de la vivienda y muerta en la indigencia poco tiempo después, en el año 1878, es decir, que se trataría de un fantasma muy reciente, en el caso de que se tratara realmente de Imogen, claro está.

El padre de Rosina, lejos de sentirse impresionado por las investigaciones de su hija, solo tenía un único deseo: expulsar a la figura errante, así que solicitó que se hiciera un exorcismo a la casa para librarse definitivamente de su fantasmal inquilina. La ceremonia, realizada en el año 1889, fue un éxito, al menos aparentemente, puesto que el fantasma no volvió a ser visto ni sentido en la residencia.

El hecho había alcanzado una notoriedad enorme, no solo los curiosos rondaban la casa con la esperanza de ver al fantasma, la Sociedad para la Investigación Física, estudió el caso. Pero la desaparición radical del fenómeno, hizo que el tema cayera en el olvido y nadie volvió a acordarse del fantasma durante años.

Hay quien dice que al morir no perdemos nuestras características de personalidad más acusadas y, al menos en este caso, parece ser cierto, ya que este fantasma demostró una tenacidad a prueba de bombas, y es que bastantes años después, concretamente en 1958, un hombre que vivía en la misma calle en la que habitaron los Despard, aunque en otra morada, se despertó una noche sobresaltado, y notó que junto a la ventana se distinguía claramente la figura enlutada de una mujer vestida con ropas de la época victoriana, la cual apretaba un pañuelo contra su rostro como si estuviera sollozando.

Este fue el pistoletazo de salida para una nueva serie de apariciones del fantasma de Cheltenham en su nueva ubicación y con un nuevo público, que no era precisamente entusiasta, como lo había sido Rosina. Al fantasma no pareció importarle la falta de interés de su nuevo “anfitrión”, prodigó sus apariciones por la casa durante el tiempo que el hombre ocupó la misma, hasta el año 1961.

El fenómeno cesó cuando la casa, junto con varias otras de la calle, fue derribada para construir nuevas urbanizaciones. No consta que en las viviendas modernas, se hayan producido apariciones de ningún tipo, así que todo parece indicar que, tras haberse mudado de propiedad para seguir penando por el mundo de los vivos, el fantasma no se sintió cómodo con la moderna arquitectura y dio por terminadas sus rondas por este plano existencial. Una auténtica pena.



Fuente: lapuertadeltarot.blogspot.com.ar/2010/07/el-fantasma-de-cheltenham.html


miércoles, 9 de diciembre de 2015

La Dama de Negro del hospital psiquiátrico - Historias y Leyendas de terror



Cuenta la leyenda que en un pueblecito perdido entre montañas hace ya más de 50 años que algunos de sus habitantes han vivido atemorizados por un hecho que cambió la vida del poblado para siempre. Este hecho, cuenta que en las afueras de la localidad, y casi escondido entre una espesa arboleda, hay un edificio que fue un psiquiátrico. Cuando pasó el tiempo el personal y los enfermos fueron reubicados en otros centros hasta que el psiquiátrico se vació oficialmente. Pero, en el pueblo empezó a circular el rumor de que a ciertos enfermos problemáticos, los habían “olvidado” allí dentro. Lo cual celadores del psiquiátrico habían confirmado posteriormente, agregando que muchos enfermos habían sido atados con correas a sus camas, abandonados sin alimento ni agua, y sellando e insonorizando sus habitaciones para que nadie pudiera saber nunca más de ellos.

Aunque la idea incluía demoler el edificio con enfermos dentro. Esto no sucedió, condenando a sus inquilinos a una muerte segura y horrible. Pocas semanas tras el abandono del edificio, muchos habitantes del pueblo empezaron a oír feroces gritos por las noches que provenían del edificio del psiquiátrico. Nadie quería hablar de lo sucedido pues ¡Aquellos locos ya deberían estar muertos, llevaban más de un mes sin alimento ni líquido, encerrados, atados!.

La situación se complicó más porque cada noche desaparecían animales de sus granjas y corrales y aparecían trozos de algunos de ellos por el pueblo. Rastros de sangre salían desde las cercas del ganado y conducían hacia el antiguo psiquiátrico. Hubo quien dijo haber visto por las noches a lo lejos a una mujer vestida de negro, de aspecto fantasmal y armada con una daga, destripar a los animales y llevarse muchos de ellos, para luego perderse en la negrura de la noche camino del siniestro edificio.

Pasaron las semanas, y el ganado del pueblo seguía desapareciendo, un día hacia finales de año los vecinos decidieron poner fin al robo de animales, aunque esto fuesen obra de un fantasma. Así que noche tras noche montaron guardia en todos los corrales y cercados. Uno de los vecinos que vigilaba encontró al ladrón con las manos en la masa y llamó al resto de personas. Delante de ellos, había una figura tapada con una manta negra, flotando a unos centímetros sobre el suelo, con una daga que movía de forma habilidosa con una mano mientras con la otra decapitaba un pollo sujeto.

Con una velocidad sobrenatural, la figura partió volando hacia el edificio al verse descubierta. Todos los vecinos fueron tras ella. Entraron salvajemente al edificio y quedaron petrificados al ver que en la sala frente a ellos había varias decenas de cuerpos famélicos, encogidos, de largas melenas y huesos marcados, tirados por el suelo, acurrucados en los rincones y cientos de trozos de animales junto a gran cantidad de sangre estaban esparcidos entre ellos y por sus cuerpos.

En el centro, la figura de la dama con la manta negra permanecía de pie, levitando, con el pollo ensangrentado y la daga en las manos.

Salieron de ahí huyendo despavoridos y a partir de entonces, cada fin de año los vecinos de este pueblo dejan, algunas gallinas, cerdos u otros animales en la entrada de la arboleda, y gracias a ello, dicen los viejos del lugar, que los gritos no se han vuelto a escuchar por las noches. Lo que bien es cierto, es que esos animales cada mañana de año nuevo han desaparecido uno tras otro sin parar.


FUENTE: leyendadeterror.com/la-dama-de-negro/


jueves, 3 de diciembre de 2015

La muerte acecha (broma) - Videos divertidos



El humorista francés Rémi Gaillard vuelve con esta divertida broma en la que disfrazado como la muerte pega algún que otro susto a sus víctimas. Como siempre da muestras de un genial sentido del humor y una creatividad única.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Broma épica con holograma de fantasma - Videos



Un chico decide darle a su novia el susto de su vida utilizando uno de los vídeos de AtmosFEARFx proyectados en un plástico en la habitación. El vídeo en cuestión es el de una niña fantasma que cambia su angelical cara por la de un monstruoso espectro. La pobre joven se queda tan petrificada por el terror que tarda segundos en reaccionar.


martes, 1 de diciembre de 2015

La casa sangrante - Artículos



El fenómeno de las casas sangrantes a pesar de su espectacularidad e importancia para la paraciencia se ha silenciado para la opinión pública. Ante lo asombroso de que un buen día una casa normal empiece a sangrar como si tuviera heridas y vida propia se cierne la censura y el silencio
político y religioso.

A pesar de que se diera orden a los periódicos de no hablar de los sucesos de 1986 en un barrio humilde de una ciudad de la provincia de Buenos Aires, en Argentina, veintidós años después la casualidad y la búsqueda de respuestas a lo insólito nos llevó a conocer los incidentes de uno de los más extraños fenómenos que pueden acontecer en nuestro mundo. Sucedido en la calle número 54, concretamente en el edificio número 1310, en La Plata. Un caso que a pesar de no haber encontrado fraude alguno o intencionalidad económica o religiosa se está por redescubrir.

Hechos de la casa sangrante y situación emocional del país argentino

Corrían días de inquietud política y económica en Argentina. La gente estaba triste porque el presidente Raúl Alfonsín había anunciado el proyecto Patagonia por el que quería trasladar la capital de la nación desde Buenos Aires hasta la ciudad de Viedma. Los rotativos no se habían recuperado del misterio del Objeto Volador No Identificado que había iluminado media Argentina en el mes de Junio y que a su paso había provocado un importante temblor por algunas poblaciones. Unido a que los nervios patrios estaban a flor de piel, las propias madres de la Plaza de Mayo se acababan de dividir, alegando que en su seno había espías infiltradas.

En el mes de octubre de 1986 la rumorología comentaba de la muerte de un señor en Mendoza, Argentina, que pudiera haber sido el mismísimo Adolf Hitler. Y en la calle numero 54, al igual que en muchas otras de Argentina, se recordaban las efemérides de los asesinatos y secuestros de 1976. Y se daban los primeros pasos para la asociación de memoria histórica.

A las 7:30 de la mañana del 15 de Noviembre de 1986, Luis Abraham Fersko, fotógrafo de origen polaco, fue a buscar el periódico, como cada mañana, mientras su esposa Cipriana Núñez, inmigrante uruguaya, y la cuñada del dueño de la casa Blanca Luz Rodríguez, se dirigieron al laboratorio fotográfico, ubicado en la calle 54 número 1310 de la ciudad argentina de La Plata, para barrer antes de abrir. La sorpresa de las dos mujeres fue mayúscula cuando vieron sorprendidas que de las baldosas salía sangre. Aunque para ellas, al comienzo, sólo se trataba de un líquido rojizo que brotaba y saltaba por todos lados siguiendo un camino hacia el fondo de su casa y antes sus ojos. Según nos comentaba el hijo de Cipriana, Óscar Máximo Fersko Núñez: “el líquido seguía un camino hacia el fondo de la casa. Puerta abierta…puerta donde se metía. Se terminó en el camino, en el pasillo y en la cocina. Hasta que volvió a saltar, pero en este ocasión arriba de la mesa. Salía de la mesa y eso nos sorprendió a todos”. Fueron momentos de incertidumbre porque no sabían qué pasaba realmente. Sólo tenían la certeza de que ante sus ojos se encontraba varios regueros de sangre. Los acontecimientos se precipitaron minutos después.

Las manchas eran visibles desde la misma entrada del local y parecían seguir la pauta de un recorrido que llegaba hasta la cocina, situada por aquel entonces al final del edificio (que contaba con una gran galería y puertas enfrentadas entre sí, pudiéndose atravesar todas las habitaciones a lo largo de la vivienda sin tener que salir al exterior de la misma). En la parte posterior la casa terminaba en un patio típico donde se erigía la vieja y gruesa higuera, que daba un poco de reparo a los habitantes de la vivienda.

Los gritos de Cipriana y Blanca alertaron al joven Óscar, que a pesar de estar en la cama a causa de su lesión en el tobillo, hizo un gran esfuerzo y no tardó en personarse donde ellas estaban. Creía que su madre y su tía estaban sufriendo un accidente o algún tipo de agresión. Pasó por donde estaba la sangre y a pesar de ello no se manchó, sin embargo Blanca si se había ensuciado con aquel liquido rojizo. Con la sorpresa en su cuerpo intentó tranquilizar a las dos mujeres, que terminaron más calmas gracias a la explicación que dieron de aquello que las había asustado. Oscar miró al suelo y por vez primera fue consciente de la sangre, luego siguió el rastro del líquido rojizo, que según los testigos seguía brotando. Fersko nos comentaba recientemente que: “la sangre cuando manaba quedaba a unos cinco o diez milímetros de forma permanente. Si se limpiaba volvía a “rellenarse” el lugar donde se había ubicado inicialmente”.

A los pocos minutos, y tras escuchar los gritos procedentes del local, varios vecinos fueron allí para ver qué pasaba. Los Fersko eran una familia muy querida en la zona y se les hizo extraño el griterío que se había montado allí. Así que acudieron inmediatamente por si algo grave estaba ocurriendo. Fue el inicio de cientos de visitas diarias. Óscar nos comentaba que calcularon que en los siguientes días al menos quinientas personas cruzaban cada 24 horas las puertas de la ya bautizada “Casa Sangrante” Así nos lo confirmaba Félix Alberto Velázquez, taxista de profesión y amigo íntimo de Óscar Máximo Fersko, que fue la persona encargada de dar paso y controlar que la sangre no fuera tocada. Algo imposible, porque la multitud se agolpaba ansiosa por ver “aquello” y ni la propia policía podía contenerla.

Se llamó a la que por entonces en La Plata se conocía como el comando “radioléctrico”, una patrulla itinerante, parecida al 091 español, que se presentó de inmediato y tuvo una presencia activa en la casa durante los días siguientes.
Inicialmente llegaron cuatro efectivos, a los que Óscar les dio las llaves del local. “No entendieron nada los pobres que vinieron. Revisaron todo. No encontraron nada. Los pobres estaban blancos. No sabían de dónde salía”, nos confesaba Óscar sobre las primeras actuaciones de la policía. Los agentes de comisaría La Quinta, de la Plata, llegaron después. El subcomisario Pacheco, jefe por aquel entonces de la seccional, hizo acto de presencia en el lugar junto a varios peritos que fotografiaron todo el edificio y tomaron muestras del líquido que brotaba de las baldosas. Los policías que estaban allí de custodia asistían como testigos a los nuevos regueros de “sangre” que surgían cuando se limpiaban los primeros.

El juez de lo Penal, Ángel Nelky Martínez, acompañado del jefe de la Unidad Regional, actual ex comisario, Enzo Richero, también acudieron al lugar de los hechos. Un médico joven, de 25 años por aquel entonces, Arturo Marcelo Lezcano, tomó muestras de la sangre y afirmaba que: “esto es sangre. Se ha coagulado como la sangre y tiene su olor”. Según los análisis llevados a cabo sobre el líquido se trataba de sangre del grupo A RH+, con una sustancia extraña que no pudieron identificar. Había rastros de anticoagulante y dentro de él una sustancia de origen desconocido, que al día de hoy no se ha podido identificar. El cura Rubén Garino, por aquel entonces miembro de la Congregación de Santa Rosa de Lima y teólogo de la Universidad Católica de La Plata, y actualmente en la Iglesia de San Ponciano, mostraba su cautela en aquellos primeros momentos y pedía por aquel entonces un estudio exhaustivo por parte de la Iglesia. Otro párroco, amigo de la familia Fesko, Ángel Dauro, de la Iglesia de Santa María, vivía los hechos en primera persona. Dauro bendijo la casa, porque no supo qué hacer en ese momento y la bendición, por si acaso podía solucionar aquello, fue lo único que se le ocurrió.

Los testigos hablan 


Una vecina confirmaba a los policías que la noche anterior a los sucesos de la sangre había oído claramente como unos disparos o ruidos fuertes y secos. Lo que hizo pensar lo peor, e inmediato comenzó a buscar indicios de homicidio. Pero no encontraron motivos.
Los chorritos de sangre no salían de un cuerpo humano, sino de las juntas de las losas, cuyos poros no llenos de cemento servían de conducto a presión para dar las inusuales fuentes rojas. Debajo de ellas no había nada más que cemento y  por debajo de las planchas de aquel material gravilla. Ninguna de las placas de gres había sido levantada recientemente. ¿Habría algo debajo del suelo que provocara el fenómeno de la sangración?. La respuesta fue no. No había más obra construida por subsuelo que la que se veía a nivel de la calle. Y lo pudieron corroborar cuando al segundo día al intentar limpiar  la sangre, no sólo volvió a brotar como cuando se desconcha una herida, si no que empezó a hacerlo por las patas de madera de la mesa y sillas y en la misma encimera. Cuando las “heridas de la casa” no se tocaban se formaba una costra y dejaba de salir sangre.

Abraham comentaba al rotativo El Día, luego que se destapara todo aquel suceso que: “Hace 45 años que vivimos en esta casa y nunca había pasado esto. Yo no soy creyente. Mi mujer si. Para mi todo eso de Dios hecho hombre no me va. Es mi manera de pensar. Pero esto pasó, no sé si será sangre, como dicen, o si se debe a otra cosa”.

Una vecina, Graciela Liliana Romo comentaba que: “a mi me lo dio una señora y cuando terminé de rezar le pedí a un policía que lo pasara por la sangre seca”. Se refería a un rosario de la Rosa Mística, cuyo santuario está a escasos metros de la Casa Sangrante. Una rosa mística por la que se tiene mucha devoción en La Plata, sobre todo desde 1981, cuando el párroco del lugar recibía una estampa de dicha advocación y convidó a sus fieles a rezarle. En 1984 se colocó una imagen más grande en el lugar, procedente de Italia, y fueron los Fersko quiénes hicieron la fotografía oficial como comprobación de que había llegado en perfectos condiciones y la fotografía para la posterior estampita de la Rosa Mística, un detalle curioso del que Óscar se acordaba cuando nos comentaba el caso y que según él podría tener relación con lo vivido en su casa. En 1990, el por aquel entonces cardenal Joseph Ratzinger, actual Benedicto XVI, dio visto bueno al culto de la Rosa Mística en La Plata y desde entonces cada 13 de Noviembre la festividad de las rosas congrega a cientos de fieles que acuden a rogarle a su venerada. Algunos afirman haber sido atendidos en sus ruegos y peticiones.

Cuando le devuelven el rosario a Graciela, según ella, estaba empapado de sangre como si lo hubieran sumergido en un frasco. Se lo había dado en mano al policía y éste se lo había dado a ella otra vez en la mano. Para ella se había realizado un milagro. Los vecinos curiosos no dejaban de llegar al lugar y tocaban todo intentando descubrir el fraude o el milagro. La presencia policial no podía evitan que tocaran las manchas y que algunos, igual que el propio Óscar Máximo, hicieran intentos de saber qué era el liquido rojizo…!mojando un dedo y llevándoselo a la boca¡.

Entre los incidentes extraños de aquellos cinco días en los que duró el fenómeno se dio el de la aparición de dos coches oscuros de lujo de cuyo interior se bajaron ocho personajes, mujeres y hombres, que pidieron ver la casa. Lo hicieron en grupo, observándolo todo. Una de las mujeres se acercó al señor Fersko sin que sus compañeros se dieran cuenta y le comentó que estaban esperando que esto sucediera. Al notarlo el resto de extraños personajes pusieron caras serias a su compañera y salieron precipitadamente de aquel lugar recriminándole a la mujer su atrevimiento.

La prensa del diario se había hecho eco del extraño suceso acontecido en la calle 54, pero a instancias militares y políticas se les pidió que no escribieran más sobre el asunto hasta que no se investigaran, comentándoles que de no hacerlo estarían incurriendo en obstrucción a la justicia.

Con esta censura el caso de la Casa Sangrante no llegó a ser conocido en el resto del Mundo y no pudo ser seguido por los grandes medios de comunicación como la radio o los televisivos. Se sabe que de paisano y de forma extraoficial vinieron a visitar la casa religiosos, y que fue a raíz de aquellas visitas que se intenta no llevar a espectacular el suceso, dejando que con el tiempo se perdiera la curiosidad y el silencio se aliara con el olvido.

Unos días antes del aniversario de la “Casa Sangrante”, la casualidad quiso que guardando recortes de prensa que nos habían enviado de todo el mundo aficionados a los misterios, diéramos con el titular. Y como siempre se nos ocurriera comprobar los datos, para saber como había quedado el asunto. Al dar con los protagonistas principales y localizarlos, tras entrevistarlos y rectificar los datos, supimos el resto, desde cómo fue desarrollándose toda la sangración a cómo se investigó, y su intento de silenciamiento. Así como de las opiniones de los implicados aún con vida.

En la actualidad la casa está derribada y en su lugar llevan años intentando, los nuevos dueños, edificar una casa de tres plantas, pero los problemas en las obras, en el papeleo y en otros sentidos más curiosos, la mantienen sin concluir y sin habitar.

Cuando las casas sangran (pocas veces y mal investigadas)

Al conocimiento del los hechos y tras ponernos en contacto con los implicados, protagonistas, policías, jueces, sacerdotes, y revisar los datos en comparativa, encontramos coincidencias.

De tres casos encontrados, dos en Argentina y uno al norte de París en Saint-Quentin, se desprende a primera vista la coincidencia del año en que se produce. El primero en Argentina, el menos espectacular, sucede a finales del año 1985, los otros dos acontecen a finales de 1986. Duran un promedio de 5 días. Son casas humildes. Son investigados en primera instancia por la policía de esas localidades, y no se encuentra la causa original responsable del fenómeno de sangración. Las primeras pautas, pero también las únicas, ya que ninguno de estos inmuebles habían tenido ningún incidente paranormal anteriormente que se sepa. Y las personas que lo habitan tampoco. Aunque luego como es natural, tras vivir esta experiencia sus conceptos de lo imposible y factible cambiaron notablemente.

Con lo atípico del fenómeno no podemos contrastar más datos en otros lugares del mundo. Si hay casos no se divulgan, en general por atribuirse a maldiciones y otras ideas supersticiosas. Se sabe que en chozas africanas se dieron eventos de este tipo, se procedía de inmediato a quemarlas ritualmente. Y se evitaba a hablar del tema.

En el caso que no se encontrará una causa física que determinase una explicación para los fenómenos de la sangración de la vivienda de la Calle 54 se podría valorar la teoría paracientífica que habla de la posibilidad de un agente vivo, uno de los habitantes de la vivienda pudiera haber provocado el fenómeno. Estaríamos ante un psicoquinético capaz de ceder su sangre al inmueble provocando el fenómeno.

Diferencia de la Casa Sangrante de la Plata con las otras

Hay una anomalía o casualidad que sólo encontramos en la Casa Sangrante de La Plata. Son los eventos sucedidos a posteriori a todos los que estuvieron implicados de manera cercana a su presencia durante un tiempo importante.

De todos los vinculantes con el caso sólo quedan en vida el hijo Oscar Máximo, Félix Alberto, el parapsicólogo Daniel Sánchez, que estudió la casa y que está ingresado en una institución mental y Enzo Richero, ex comisario de policía, que sufría un grave incendio en su casa el pasado 22 de Octubre del 2007, teniendo que ser trasladado, con principios de asfixia, al Hospital San Roque de Gonnet.

En breves años fueron muriendo los mayores, a lo cual no sería extraño que la respuesta se encontrará en la edad. Pero murieron deforma continuada en menos de una década. El resto de supervivientes ha sufrido reveses en sus vidas muy importantes: pérdidas familiares y económicas, que en gran parte de los casos se producían entorno al aniversario de la fecha de los sucesos 15 de Noviembre. Podría tener que ver con el fenómeno o ser una casualidad, pero nos era interesante de resaltar este detalle, ya que para los afectados no es producto más que de una causalidad fatídica y piensan que tiene relación con lo acontecido aquel 1986 en la Calle 54.

Otras casas sangrantes que quedaron en el olvido tras no encontrar pruebas

En Septiembre de 1986 en la localidad francesa de Saint-Quentin, en Aisne, llega una pareja de recién casados a su nueva casa de alquiler. El inmueble es medianamente antiguo. Lo redecoran a su gusto. Una de las mañanas Lucie descubre una extensa mancha roja en la encimera de la cocina, luego la aprecia en la pared, en las ropas, incluidas sábanas y en los objetos. Son manchas simplemente, no observan como se originan. Cuando ven los objetos ya están manchados. A diferencia del caso de La Plata en que el observador podría apreciar salir el chorrito de sangre.

Con la ayuda del esposo lo limpian todo, llevándose la sorpresa de volver a encontrarlo al día siguiente igual en los mismos lugares. A la aparición de las manchas de sangre se suma golpes nocturnos en toda la casa, que no son eventuales, ya que siguen pautas y ritmos. El miedo se apodera de los jóvenes que se ven superados por los sucesos. Lo denuncian a la policía, creyéndose víctimas de una broma macabra o de algún tipo de acoso.

La gendarmería se pone a investigar y les pide a los jóvenes que marchen una noche a dormir fuera. Los agentes aprovechan para llenar el inmueble de harina y sellar cualquier posible entrada, donde además picadamente ponen hilos. Al día siguiente se descubren nuevas manchas sin ninguna entrada usada. No hay pisadas en la harina, no se han roto los hilos, no se han forzado ventanas, ni puertas. Se procede a recoger muestra de sangre y se analiza dando un RH y un grupo humano, que se niegan a facilitarnos a lo que hacemos este artículo, sólo se nos confirma su existencia real, tal como pudo comprobar el doctor Jacques Changé.
La pareja asustada se niega a seguir viviendo allí con tales expectativas y tres semanas después se trasladan a Amiens.

Según algunas versiones la casa en la actualidad está remodelada y no presenta incidentes de ningún tipo y según otras la casa sería demolida para construir otra y en esas obras fueron hallados cincuenta cuerpos de soldados de la Primera Guerra Mundial. La difusión del caso en el conocido programa de televisión "Mystères” hizo que el caso pasara a ser de conocimiento general y que las versiones sobre el mismo se multiplicaran de forma exponencial, siendo difícil de poder averiguar qué pudo ocurrir exactamente.

Un incidente de casa sangrante se dio en tierra española. Sucedió también en 1985 en el número 28 de la calle Gabriel y Galán, de Arroyo de la Luz en Cáceres. Su dueño Eleuterio Castaño, hoy fallecido, se levantó de madrugada y descubrió sangre salpicada en el salón de su casa. Llamó a la policía y estos al alcalde. La sangre no manaba, estaba allí, nadie la vio salir como se ha escrito desde ese día. Acudió el alcalde de la localidad en aquella época el Señor Felicísimo Mohedano Sánchez, y éste llamó al doctor Eloy García que se personó de inmediato. La Guardia Civil, forenses y jueces fueron requeridos.

Lo que al principio saltó a prensa como fenómeno paranormal, con el tiempo y las investigaciones policiales se explicó por otros derroteros. Eleuterio Castaño y su casa se hicieron muy famosos en unos días en la localidad, pero tras investigar el tema tenemos la respuesta de porqué el buen hombre dejó de hablar con la prensa y el caso se difuminó en el silencio judicial. La sangre era procedente de un aborto de una de sus hijas, que hoy felizmente casadas y con hijos viven en el inmueble y no desean que se reabra la especulación. Por lo tanto este caso no fue paranormal o al menos eso hemos podido confirmar al día de hoy.

Anexo a Casa Sangrante de La Plata

La casa está situada una manzana de una pequeña Iglesia llamada la Rosa Mística ya que fue levantada para rezar a esta advocación mariana. Hasta los noventa se venía haciendo culto en el lugar, pero no estaba sacralizado por el Vaticano.

Las lacrimaciones y sangraciones son dos fenómenos recurrentes en estas imágenes e incluso en sus estampitas. En 1982 dos estatuas idénticas de la Rosa Mística fueron hechas en una pequeña tienda de Génova. Una de ellas enviada a Bélgica comenzó a llorar. Paralelamente lo hizo la que estaba en Italia. Sacerdotes y obispos presenciaron los fenómenos y empezaron a llamar la atención del pontificio dos años después cuando en 1984 comenzaron a hacerlo dos Rosas Místicas en Norteamérica. Ellas lloraban lágrimas y luego sangre. Lo hicieron en Barrios pobres de Brooklyn y en San Juan de Dios en Chicago.

Se llegó a pensar que dentro de ellas se guardaba un compuesto químico que pasado un tiempo se activaba produciendo el consiguiente milagro. No se pudo demostrar.

Lo que si se sabe es que el organismo de la Iglesia Argentina estuvo vinculado con la cúpula de la política de la dictadura. Mientras los pobres párrocos de pueblo se dedicaban a ayudar a las familias algunos eclesiásticos de forma independiente y por afinidad política, actuaban de informantes. Es el caso del ex capellán policial argentino Christian Federico Von Wernich que llamó endemoniados y poseídos a los que andan declarando contra él en el juicio de causa que tiene pendiente. En la actualidad se sabe que no era un caso aislado.

Un grupo numerosos de hombres y mujeres tanto del gobierno como del Vaticano se personaron en numerosas ocasiones tanto en lugares donde había fenómenos paranormales como en los de presencia ovni. Cuando sucedió la sangración de la casa de la calle 54, el mismo grupo que recogió testimonio en tiempos de dictadura se había dejado ver por la zona del Ovni meteorito de Argentina, con lo el relato de su presencia lo encontramos en ambos incidentes, pudiéndose definir como una asociación que actuaba al más puro estilo hombre de negro.

¿Sabías qué?

Un suceso muy extraño tuvo lugar el 30 de julio en el pequeño poblado de La Sierra Bagadó, al oeste de Colombia, cuando una inesperada lluvia de color rojizo bañó las calles y los hogares de sus sorprendidos habitantes. Para los vecinos de La Sierra no cabe dudas de que se trató de una lluvia de sangre. Incluso una bacterióloga, Luisa Lloreda, analizó una muestra del misterioso líquido y determinó que contenía sangre, otras autoridades científicas locales aseguraron que todo era producido por las algas. En el 2001 llovió algo similar en Kerala, en la India.

Pero el fenómeno más raro que se ha dado dentro de una casa es que llovieran piedras, produciéndose normalmente en las viviendas de posibles psicoquinéticos, como el caso del niño Velázquez.



Publicado por José Antonio Roldán para www.enlabusquedaradio.com/


 
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