domingo, 28 de julio de 2013

Slenderman (1era Parte) - Artículos



SLENDERMAN COMO CRIATURA

Hay diversos factores que hacen de Slenderman un personaje inquietante. Vamos a analizar a algunos de ellos:

-Ausencia de rostro reconocible. Desde el nacimiento, el cerebro humano tiende a centrar su atención en los rostros de las personas que les rodean. Esta atención por el rostro se debe a la búsqueda de factores comunicativos y expresivos en las relaciones sociales. Es conocido que las reacciones de los bebés de aquello que leen en el rostro de su madre determinan su conducta ante situaciones que desconocen por falta de experiencia: si la madre se muestra temerosa, los bebés reconocen una situación de peligro, pero si no muestra gesto alguno o no reacciona a los estímulos que él provoca, esto intranquiliza al bebé, que inmediatamente no es capaz de comprender esa ausencia de respuesta emocional. Como adultos, podemos llevar esto al terreno de lo que se conoce como prosopagnosia, un tipo de “ceguera” ante los rostros, que hace muy difícil el reconocimiento de las personas o la disposición de los elementos de la cara de un individuo a menos que sea por una caracterización muy concreta, como podría ser un lunar o el uso de sombrero.

Esta carencia de rasgos genera un miedo tanto consciente como inconsciente ya que es lo primero que detectamos al mirar a esta criatura, identificándola instantáneamente como algo desconocido y trayendo a nuestra mente una incomodidad instintiva.

-Tentáculos. La extensión de los brazos de Slender Man se ha relacionado con el hecho de tener tentáculos ocultos. La idea de estas extremidades adicionales nos resulta perturbadora por varios motivos, como la identificación con ciertos elementos propios de los animales cuya articulación no somos capaces de reconocer ante lo que supone, a nuestros ojos como humanos canónicos, un miembro ajeno al cuerpo. La independencia de este miembro no es lo único que nos molesta, si no la habilidad que proporciona: es difícil saber en qué momento podemos estar fuera del alcance de esos tentáculos y cuál es su extensión,  fuerza o utilidad.

En algunos relatos, videos, series o imágenes se representa a Slenderman utilizando los tentáculos o extremidades extra para su balance, caminar, o escalar, similar a las patas de una araña. Esta es una de las pocas formas en las que se ha visto a Slenderman moverse sin usar la teletransportación.

-El traje. Su vestimenta nos inquieta en parte, por lo cotidiana que resulta. Nuestra idea de algo humanoide adoptando un aspecto, vestimenta o modales exclusivamente humanos nos presenta la idea de una sustitución, de una barata imitación de la humanidad por parte de un ente diferente a nosotros. El hecho de que algo se parezca tanto a nosotros como para abrir un abismo entre su “interpretación” de lo que es un humano y lo que realmente es, resulta muy preocupante. También podemos relacionar su aspecto elegante con la clásica percepción del terror como un sujeto de poder, la idea del noble medieval que poseía pleno derecho sobre sus vasallos es algo de donde nacen mitos como la momia, el vampiro o más explícitamente, el Príncipe de los mitos de Chzo. Hoy en día, situados como clase media, tendemos a identificar el terror como algo que proviene de las clases pobres, de ahí que el mito del zombie tenga más vigencia que nunca.

-El poder superior. Relacionada con su vestimenta elegante y su aspecto humanoide, podemos decir claramente que Slenderman no es “de este mundo”, y por lo tanto, representa la idea de un ente más allá de nuestra comprensión. Es una forma tanto de anular nuestros sentidos, que ya no sirven para juzgar científicamente un hecho, como para cuestionar lo que sabemos sobre la realidad. Es algo que interfiere en nuestra percepción y en nuestra mente, y plantea la idea de un mundo por encima del nuestro, de una realidad más objetiva, lo que nos sitúa en un plano inferior y miserable, que desafía nuestra ególatra supremacía como seres inteligentes.

-Poder de teletransporte. Su habilidad natural para encontrarse en cualquier lugar y en cualquier momento lo hace, literalmente, imparable, impredecible y la razón ideal para incrementar nuestra paranoia. Sus movimientos suaves y silenciosos, lo parecen ubicar siempre al margen de lo visible, convirtiéndolo en una amenaza indetectable que, por alguna razón, en determinadas situaciones, se deja ver sólo con la intención de demostrar que está ahí. En otras palabras: es él quien decide si lo podemos ver o no, transformándolo en todopoderoso, y conduciéndonos a un juego de asecho constante, en el cual sabemos y logramos entender que no hay escapatoria alguna. Nuestro destino está sellado.

-Su efecto en las mentes. Parece que Slenderman no sólo puede convertirnos en paranoicos con el conocimiento de su propia existencia, si no que es capaz de llevar a la gente a la locura. De nuevo, no estamos seguros de lo que percibimos.

La mayor parte de los usuarios de internet representan a Slenderman como un ser con el poder de controlar la mente de sus víctimas, aunque la manera en que utiliza esta habilidad es muy debatida. Las tres teorías más relevantes sobre la forma en la que domina la mente son las siguientes:

1) Slenderman lava el cerebro de sus víctimas:
Es la teoría más limitada y vieja respecto al control de Slenderman. En la misma se plantea que no logra un dominio total de la mente, si no que causa un efecto parecido al Síndrome de Estocolmo, haciendo que sus presas se pongan parcialmente de su lado, y de esa manera conseguir (quizás inconscientemente) que lo defiendan, trabajen para él, obedezcan sus órdenes, y/o confíen en él.

2) Slenderman somete a sus víctimas a control mental:
La teoría más común sobre el control mental de Slenderman.
En esta teoría se plantea que Slenderman influencia casi totalmente la consciencia de sus víctimas, convirtiéndolas en sus "Proxys", que son humanos parcialmente dominados psíquicamente por él. De esta forma sus víctimas piensan, sienten y actúan bajo la influencia de Slenderman, aunque quizás por un límite de tiempo, luego del cual la persona vuelve a la normalidad.

3) Slenderman toma control total de la mente de sus víctimas:
La teoría menos común sobre el control de Slender.
Esta hipótesis suguiere que Slenderman doblega absolutamente la mente (y quizás, también el cuerpo) de sus capturados, transformándolos, técnicamente, en sus "marionetas".

Se cree que generalmente las mismas son utilizadas para comunicarse con los humanos, tomarlos de "rehen" o como suele ocurrir con estos mitos, alguna razón todavía desconocida. 

Efectos: Se afirma que Slenderman causa síntomas mentales extraños en sus víctimas, tales como dolor de cabeza, pérdida de memoria, stress, temperamento altamente volátil, amnesia, etc., lo cual a veces es conocido por el término "Slendersickness" ("Enfermedad Slender").

-El valle inquietante. Referido a la ausencia de su rostro, su altura y delgadez, The Slender Man obedece muchos criterios para lo que el ingeniero robótico japonés Masahiro Mori denominó “valle inquietante” refiriéndose específicamente a robots u otras criaturas artificiales, cuyo aspecto se aproximaba tanto al ser humano sin serlo del todo, que tendemos a percibirlo como algo desagradable.

-Aspecto arbóreo y camuflaje. Identificamos el bosque como una frontera entre mundos, algo que David Lynch hizo explícito en los episodios finales de “Twin Peaks”.
Tal sitio nos marca el lugar donde la civilización termina y donde la mente asocia nuestro pasado animal con la hostilidad de la naturaleza. Es por ello que el bosque, ese lugar donde predomina la desorientación y la ausencia de otros seres humanos, nos produce tanta intranquilidad. El aspecto de Slender Man, con su altura, delgadez y múltiples brazos extensibles nos trae a la cabeza un árbol, es más, podría ser un método de camuflaje en un bosque. Es una reminiscencia de temores infantiles que podemos rastrear en todo tipo de cuentos clásicos.

Por otra parte algunas suposiciones mantienen que la figura de un hombre alto, delgado y sin cara vistiendo un traje es otro de sus muchos disfraces y que la verdadera forma de este ser es desconocida.

Generalmente Slenderman se acostumbra a mimetizar con el ambiente siendo los más comunes zonas con niebla densa, bosques y otros lugares deshabitados. Puede tomar diversas formas tales como postes, faroles, los ya mencionados árboles o cualquier cosa que sea alargada y oscura.

-Su relación con los niños: Originalmente se planteaba que Slenderman solo utilizaba como víctimas a los niños pequeños. Su preferencia hacia ellos en realidad es muy incierta actualmente, aunque se cree que los antepone por varias razones, listadas a continuación:

* Se sostiene que quizás Slenderman gana la confianza de los niños debido a su inocencia. En cambio con los adultos es diferente ya que son conscientes de que es una criatura misteriosa y potencialmente peligrosa.

* Se dice que Slenderman captura a sus víctimas y las domina a través del miedo, y los niños son más propensos a sentirlo.

* Se afirma que tal vez Slenderman controla la mente de los niños fácilmente debido a su inexperiencia, en contraparte a la mente de los adultos que es mucho más madura.

* Se mantiene que Slenderman escoge a los niños porque simplemente son más fáciles de capturar.

-Suplantación: Una de las conjeturas más recientes sobre Slenderman es que puede suplantar o imitar la voz, el tono o la apariencia de una persona con tal de capturar una víctima. El uso más común es la imitación de voz con el propósito de guiar a la persona lejos del área segura. Se piensa que Slenderman es también capaz de reproducir el grito de un niño, para captar la atención de alguna presa.

-Su relación con el fuego: Se mantiene que Slenderman posee una muy fuerte conexión con el fuego. En el mito original se planteaba que la presencia de Slenderman era habitualmente acompañada de un incendio, tanto antes como después de su visita. Tal vez sea capaz de usar pyrokinesis (habilidad de controlar el fuego con la mente) y los posibles argumentos de ello serían: para quemar evidencias de su existencia, asesinar o para asustar a sus potenciales víctimas.

Las fotografías vinculadas al fuego generalmente incluyen a Slenderman dentro o alrededor del mismo. 

En algunos casos se concibe que las llamas generadas por "El hombre dealgado" son azules, aunque se desconoce que podría causar tal color.

Fuentes: henriquelage.blogaliza.org, starloop.blogspot.com

miércoles, 17 de julio de 2013

Candle Cove - Historias de terror


Candle Cove se trata de un show de marionetas que se emitió en Estados Unidos a principios de la década del setenta.

Curiosamente, su asombrosa historia se ha hecho muy conocida, pero la misma adquirió un alto grado de popularidad gracias al artista web Kris Straub.

Todo comenzó unas décadas después de la emisión de Candle Cove, cuando los seguidores de este programa comenzaron a reconstruir su historia en un foro en internet y sin quererlo consiguieron mucho más que eso.

Aquella reconstrucción los hizo sacar a la luz recuerdos que por alguna extraña razón habían sepultado en lo más profundo de su memoria, recuerdos que los llevaron a descubrir que aquel programa que fue parte de sus infancias, estaba rodeado por un halo misterioso y, por sobre todas las cosas, siniestro.

A continuación la historia:

Foro NetNostalgia - Televisión (local)

Skyshale033
Asunto: ¿Serie infantil Candle Cove?

¿Alguien recuerda esta serie? Se llamaba Candle Cove. Yo tenía unos 6 o 7 años cuando la veía. No conseguí encontrar nada sobre ella, aunque si la memoria no me falla la emitían por televisión local en 1971 o 1972. Para ese entonces vivía en Ironton. No recuerdo en qué cadena la pasaban, pero si la hora de emisión: 4:00 PM.

mike_painter65
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

Lo cierto es que me resulta muy familiar… Me crié a las afueras de Ashland y tenía 9 años en el 72. Candle Cove… ¿era sobre piratas? Recuerdo una marioneta de tal aspecto en la entrada de una cueva hablando con una niña pequeña.

Skyshale033
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

¡SÍ! ¡Bien, no estoy loco! Me acuerdo de Percy el Pirata. Siempre me dio un poco de miedo. Parecía estar hecho con partes de otros muñecos de baja calidad. Su cabeza era de un viejo bebé de porcelana, parecía tan antiguo que no se correspondía con el cuerpo. ¡No consigo recordar en qué cadena lo emitían! De todas formas no creo que fuera en la WTSF.

Jaren_2005
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

Perdón por revivir este tema tan viejo Skyshale, pero sé exactamente de qué serie están hablando. Creo que Candle Cove fue emitida un par de meses en 1971, no en 1972. Tenía 12 años y ocasionalmente lo veía con mi hermano. Era en el canal 58, fuera la emisora que fuera. Luego mi madre nos hacía cambiar a las noticias. Déjame ver qué puedo recordar…

Todo transcurría en Candle Cove y trataba sobre una niña pequeña que se imaginaba a sí misma haciéndose amiga de unos piratas. El barco se llamaba El Hazmerreír y Percy el Pirata no era muy buen pirata que digamos, porque se asustaba fácilmente. Siempre estaba sonando música de organillo, ahora que lo pienso se oía algo extraño. No consigo recordar el nombre de la niña. Janice, Jade, algo similar. Diría que era Janice.

Skyshale033
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

¡¡¡Muchísimas gracias, Jaren!!! Regresó todo a mi memoria cuando mencionaste El Hazmerreír y el canal 58. Me acuerdo que la proa del barco era una cara sonriente de madera. Su mandíbula inferior estaba sumergida, parecía que se iba tragando el mar. Tenía una espantosa voz y su risa se asemejaba a la de Ed Wynn. Recuerdo particularmente que desconcertante era cuando cambiaban la maqueta de madera/plástico a la marioneta de gomaespuma para que el muñeco pudiera hablar.

mike_painter65
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

Jaja, yo también lo recuerdo. ;) ¿te acuerdas esta parte Skyshale? “Debes… Ir… MÁS PROFUNDO".

Skyshale033
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

Argh, Mike, he tenido un escalofrío leyendo eso. Sí, lo recuerdo. Eso era lo que el barco siempre le decía a Percy cuando había algún lugar espeluznante al que debían ir, como una cueva o una habitación oscura donde estaba el tesoro. La cámara se iba acercando a la cara de El Hazmerreír en cada pausa. DEBES… IR… MÁS PROFUNDO. Con sus ojos torcidos, su espeluznante mandíbula caída, y los hilos de pescar que la abrían y cerraban. Puaj. Era como muy chapucero y horrible. 

¿Alguno de ustedes recuerda al villano? Su cara era como un bigote muy grande, con dientes largos y estrechos.

kevin_hart
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

Sinceramente, yo pensaba que el villano era Percy el Pirata. Tenía unos 5 años cuando emitían esta serie. Como para dormir por las noches :P.

Jaren_2005
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Covef?

La marioneta del gran bigote no era el malo, era el compinche del villano, Horace el Horrible. También llevaba un monóculo encima del bigote. Solía pensar que era porque sólo tenía un ojo. Pero sí, el villano era otra marioneta. El Arranca Pieles. No puedo creer que nos dejaran ver esas cosas.

kevin_hart
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

Madre de Dios, El Arranca Pieles. ¿Qué clase de serie infantil veíamos? La verdad yo no podía mirar la pantalla cuando aparecía él. Entraba a escena de la nada sostenido por sus hilos, un sucio esqueleto que llevaba un sombrero de copa marrón y una capa. Tenía unos ojos de cristal demasiado grandes para su cabeza. Dios santo.

Skyshale033
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

¿Su sombrero y capa no estaban cosidos a lo loco? ¿Se suponía que eran pieles de niños?

mike_painter65
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

Sí, creo que sí. Recuerdo que su boca no se abría y cerraba, su mandíbula sólo se deslizaba atrás y adelante. Me acuerdo que la niña pequeña le preguntaba: "¿Por qué tu boca se mueve así?", y El Arranca Pieles mirando fijo a cámara decía: “PARA TRITURAR TU PIEL".

Skyshale033
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

¡Me alivia muchísimo saber que hay más gente que recuerda esta horrible serie! Acostumbraba a tener esta horrible remembranza, como un mal sueño, donde al terminar la canción de inicio, todo se volvía negro. Inmediatamente todos los personajes estaban ahí. La cámara hacía primeros planos de sus caras, y se los veía gritar. Los muñecos se movían con espasmos, sin sentido alguno. Sólo se oían gritos y más gritos. La niña simplemente lloraba, como si hubiese estado durante horas ahí. Me despertaba muchísimas veces durante esta pesadilla, no podía evitar mojar la cama.

kevin_hart
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

No creo que fuera un sueño. Recuerdo eso. Me acuerdo que era un episodio.

Skyshale033
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

No, no, no, es imposible. No era un capítulo ni nada… Yo estaba, literalmente, allí de pie, llorando y gritando durante toda la escena.

kevin_hart
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

Quizá me lo esté inventando todo a raíz de lo que has dicho, pero juraría que he visto todo lo que has descrito. Ellos no hacían más que gritar.

Jaren_2005
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

Dios mío. Sí. La niña pequeña, Janice. Recuerdo su llanto. El Arranca Pieles gritaba y rechinaba sus dientes, moviendo su mandíbula como un loco. Creía que se le saldría de sus bisagras. Apagué la televisión y fue la última vez que vi esa serie. Fui corriendo a decírselo a mi hermano, y ninguno tuvo el valor de volver a encenderla.

mike_painter65
Asunto: Re: ¿Serie infantil Candle Cove?

Hoy fui a visitar a mi madre a la residencia. Le pregunté sobre los 70, cuando yo tenía unos 8 o 9 años, si recordaba una serie infantil llamada Candle Cove. Se sorprendió bastante que me acordara de eso. Al preguntar por qué me dijo: “Solía pensar que era muy extraño que dijeras: “Me voy a ver Candle Cove, ma", sintonizaras un canal en el que sólo se veía estática y te quedaras ahí mirando durante 30 minutos sin despegar los ojos. Tenías mucha imaginación para ver tu pequeña serie de piratas".

martes, 16 de julio de 2013

El origen de Eyeless Jack - Historias de terror


Jack era un adolescente que trabajaba en un periódico local. Un día su jefe anunció que Estados Unidos había entrado en La Segunda Guerra Mundial. El muchacho al ser norteamericano se dignó a inscribirse en el ejército para luchar por su país.

Al poco tiempo se hizo amigo de un inglés llamado Luis, que también se había alistado allí. Su pueblo había sido atacado y tenía la necesidad de defenderlo. Pronto los dos jóvenes se hicieron mejores amigos, a tal punto que llegaron a llamarse hermanos.

Jack y Luis planeaban lanzarse hacia líneas hostiles, pero el enemigo resulto ser más rápido y realizó el primer movimiento arrojando gas venenoso alrededor de la base. El ataque provocó que Jack se quedara ciego, y además como si fuera poco Luis recibió un disparo.

Ambos fueron enviados inmediatamente a un hospital que se encontraba a pocos kilómetros de distancia. Jack empezó a llorar debido al dolor en su vista. El daño fue tal que los médicos tomaron una medida drástica y le extrajeron los ojos.

Aun estando ciego, Jack se negaba a abandonar a su preciado amigo.

Luis estaba siendo atendido por una enfermera llamada Betsy, quien desafortunadamente no pudo salvar su vida. Minutos antes de morir Luis agarró la mano de Jack y dio su último aliento en la cama, como si fuera a dormir.

Jack quería llorar, pero no tenía ojos para hacerlo, así que mordió su labio inferior hasta sentir el sabor de la sangre en su boca. Luego de eso los doctores apartaron el cuerpo de su amigo y lo mandaron a enterrar. Jack se quedo con increíble nostalgia. Durmió en esa habitación durante 3 días.

Posteriormente el médico le leyó un telegrama de Betsy, en el cual se mencionaba la ubicación del lugar de entierro de los cuerpos de los soldados caídos en batalla. Jack se dirigió allí y encontró el lugar donde fue sepultado Luis. Ahí mismo se despidió y besó la tierra donde estaba enterrado. Después de eso regresó a su casa en Estados Unidos.

Pero sólo más tristeza le esperaba. Cuando llegó, su madre lo recibió con lágrimas al ver que ya no tenía ojos. Jack le preguntó si había ocurrido algo más en su ausencia, la notaba muy cambiada. Normalmente era tan alegre y llena de energía. Sin duda su bienvenida no fue como la esperaba. Entonces ella le contó que Marcos (su hermano) quien trabajaba en una fábrica había muerto a causa de unas partículas impregnadas en el aire. Jack quiso llorar más que nunca por aquella desgracia. Sin embargo una semana más tarde el sufrimiento se volvió inmenso, la vida de su madre se extinguió debido a la gran tristeza que le causó la pérdida de Marcos.

Jack se había quedado completamente solo: su padre falleció de tuberculosis cuando solo tenía cinco años. Y ahora también Luis, Marcos y su madre habían pasado a mejor vida. No había nadie allí para guiar al pobre joven ciego, para consolarlo, para ofrecerle comida, agua, refugio e incluso algo tan pequeño como un cariñoso abrazo.

Una noche, Jack caminó alrededor de su antigua habitación hasta llegar a un viejo escritorio de madera donde guardaba un arma. La misma estaba cargada y lista para disparar, por si en algún momento debían utilizarla para su seguridad. Pero su madre ya se había ido y solo había un uso para ese revolver. Jack abrió la boca, apuntó a su garganta y apretó el gatillo.

Su tráquea y cuerdas vocales fueron destrozadas en un milisegundo. Su cuerpo sin vida cayó al suelo, pero para su sorpresa, pudo ponerse de pie. El destello repentino del disparo, le había provocado algo en su mente que le hizo olvidar todo lo que le había ocurrido anteriormente. No sabía por qué había hecho eso, estaba confundido. Incapaz de escapar, se quedó en la casa esperando una respuesta. Más tarde recobró la memoria al ver las fotografías de la Segunda Guerra Mundial.

Desde ese día aquel fantasma sin voz ni ojos, ronda por ahí intentando calmar su tristeza de algún modo u otro.

domingo, 14 de julio de 2013

Amor de madre - Historias de terror


Nota y aclaración: Esta historia no necesariamente es de terror sin embargo la coloco en esta sección por su carácter paranormal. 

Aquí va:

Una fría y silenciosa noche una pareja viajaba en auto, cuando a la distancia observaron una mujer parada en medio del camino, moviendo sus manos con desesperación.

La esposa le recomendó a su marido que siguiera conduciendo porque detenerse podría ser peligroso. Pero el hombre sin hacer caso, o mejor dicho, haciendo medio caso, decidió pasar por al lado de la muchacha muy despacio, evitando así quedarse con la duda de lo sucedido y el disgusto al no haber socorrido a posibles heridos.

Tan pronto se acercaron, notaron las lesiones que tenía aquella mujer: su cuerpo presentaba cortes de distinta magnitud y diversas magulladuras, así que se detuvieron para ver si podían ayudarla.

La mujer herida comenzó a suplicarles que la auxiliaran, les dijo que había sufrido un terrible accidente y que su esposo e hijo aún se encontraban en el auto. Al parecer solo el bebé seguía con vida.

El hombre sin dudarlo se ofreció a cooperar. Decidido bajó y fue a rescatar al bebé. Mientras tanto solicitó a la accidentada mujer que permaneciera con su esposa dentro del vehículo.

Cuando descendió, vio a dos personas en los asientos delanteros aunque no les prestó demasiada atención y sacó rápidamente al bebé, para llevarlo a brazos de su madre.

Regresó apurado, pero al subir al auto notó que la mujer no estaba por ningún lado. Entonces le preguntó a su esposa dónde se había marchado. Ella le contestó que lo siguió hasta el automóvil chocado. 

Cuando el señor decidió volver a buscarla se dio cuenta que una de las personas muertas era sin lugar a dudas la mujer que los había detenido en la carretera.

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Fuente: traumasdeurbe.blogspot.com.ar
Modificaciones: Oscuridad Oculta

jueves, 11 de julio de 2013

The Rake (El Rastrillo) - Historias de terror


La historia comienza aproximadamente en al año 2003, cuando en algunas zonas del noreste de Estados Unidos empezaron a sucederse una serie de eventos fuera de lo común relacionados con la aparición de una extraña criatura humanoide que aparecía sentada al borde de la cama. La noticia trascendió por los medios locales durante algún tiempo y luego cesaron inesperadamente.

Muy poca información quedó intacta, pues la mayoría de los registros en línea y los escritos de tal abominación fueron misteriosamente destruidos.

Primariamente enfocada en el área rural de Nueva York, varios testigos contaron historias de un ser de origen desconocido. Hubo un amplio rango de emociones en ellos; desde terror e inquietud, a un sentido casi infantil de curiosidad y jugueteo. Si bien las versiones publicadas ya no existen, las memorias permanecen aún presentes. Muchos de los involucrados siguen buscando respuestas a lo ocurrido.

Existen algunas historias sobre The Rake a lo largo de la historia, muchas de ellas con escasa información y la mayoría poco creíbles. Existe una, en particular, que hace alusión al suicidio de una joven adolescente que toma la decisión de quitarse la vida como única alternativa para escapar de las continuas apariciones de éste desagradable ser. Así lo describe en su nota suicida, que fue encontrada por una de sus amigas.

Nota de Suicidio: 1964.
"Mientras me preparo para tomar mi vida, siento necesario mitigar cualquier dolor que pueda provocar mediante este acto.
No es culpa de nadie más que de Él. La primera vez, desperté y sentí su presencia. La segunda, desperté y lo vi. La tercera, desperté… escuché su voz y vi sus ojos. Me es imposible dormir tengo terror de lo que pueda pasar la próxima vez que lo encuentre. No puedo despertar jamás. Adiós."

Hallado en la misma caja de madera había dos sobres vacíos dirigidos a "William" y "Rose", y una carta vagamente escrita sin firma que dice así: "Querida Linnie, recé por ti. Dijo tu nombre."

También hay evidencia de un extraño suceso en el cual un hombre es aterrorizado por una figura humanoide de piel rugosa y aceitosa:

Entrada de un diario (traducida del Español): 1880
"Experimenté un gran terror. He percibido el más grande, el peor de todos. Observo sus ojos cada vez que cierro los míos. Son huecos. Negros. Me vieron y me perforaron. Su mano mojada. No dormiré. Su vos… (texto ininteligible).

Otra, es una historia que data del año 1691; En éste caso, un marinero habría dejado en las anotaciones de sus viajes, la descripción de una horrible criatura que se le presentaba de noche en la soledad de su camarote y sin hablar con él lo induce a abandonar el curso que lleva su barco para volver a Inglaterra.

Diario de un Marinero: 1691
"Vino a mí en un sueño. Sentí algo extraño al pie de mi cama. Se llevó todo. Debemos volver a Inglaterra. Por órdenes del Rastrillo no podemos regresar aquí."

Durante el transcurso del año 2006, también en Estados Unidos, ocurrió seguramente el más famoso avistamiento del Rastrillo. A continuación se transcribe la historia:

De un testigo: 2006
"Hace tres años, acababa de regresar de un viaje a las Cataratas del Niágara con mi familia, por el 4 de julio. Estábamos exhaustos luego de conducir todo el día, así que mi esposo y yo pusimos a los niños en la cama y nos fuimos a dormir.
Alrededor de las 4 de la mañana, me desperté pensando que mi esposo se había levantado para ir al baño. Aproveché para cubrirme con las sábanas, pero sin querer lo desperté. Me disculpé y le dije que pensé que había salido de la cama. Al verme dio un grito ahogado y retiró sus pies del borde de la misma tan rápido que su rodilla casi me tira. Luego me agarró fuerte sin decir nada.

Cuando mi vista se ajustó a la oscuridad, fui capaz de distinguir qué fue lo que causó la reacción. Al pie de la cama, sentado y observándonos, divisé lo que era un hombre desnudo, o un gran perro sin pelo de algún tipo. Su posición era perturbadora e innatural, como si hubiera sido golpeado por un automóvil o algo similar. Por alguna razón, no me dio miedo, pero me preocupó su condición. En ese momento, estaba bajo la asunción de que debíamos ayudarlo.

Mi esposo estaba mirando sobre su brazo y rodilla, doblado en posición fetal, ocasionalmente viéndome antes de seguir observando a la criatura.

En un movimiento veloz, el ente rodó al lado de la cama, y se arrastró cojeando de forma siniestra a lo largo de la misma hasta que estuvo a poco menos de 30 cm del rostro de mi esposo. La criatura estuvo silenciosa por 30 segundos, mirándolo. Entonces puso una mano en su rodilla y corrió al pasillo, en dirección a los cuartos de los niños.

Grité y me apresuré a encender la luz, intentando detenerlo antes de que hiriera a mis hijos. Cuando llegué al pasillo, había suficiente claridad como para verlo agachado y jorobado a unos 6 metros de distancia. Volteó lentamente y me miró, cubierto de sangre. Encendí la luz y vi a mi hija, Clara.

La criatura corrió por las escaleras mientras mi esposo y yo nos precipitamos a socorrer a nuestra hija. Estaba muy lastimada y habló solo una vez más en su corta vida. Dijo "Él es el Rastrillo".

Mi marido chocó su auto esa noche, mientras intentaba llevar a Clara al hospital. No sobrevivieron.

Al vivir en una ciudad pequeña, las noticias llegan rápido. La policía investigó en un principio, y el diario local tomó mucho interés en ello. Como sea, la historia jamás fue publicada, y el caso nunca tuvo seguimiento en las noticias locales.

Por varios meses, mi hijo Justin y yo nos quedamos en un hotel cercano a casa de mis padres. Después de que decidimos regresar a casa, comencé a buscar respuestas por mí misma. Eventualmente encontré a un hombre en otra ciudad vecina que tuvo una historia similar. Entramos en contacto y comenzamos a hablar de lo ocurrido. Conocía a otras dos personas que habían visto a la criatura que ahora llamaremos “El Rastrillo”, en Nueva York.

Nos tomó a los cuatro casi dos años de buscar en internet y escribir cartas para obtener una pequeña colección de lo que aparentemente eran registros del Rastrillo. Aunque ninguno dio detalles, historia o seguimiento.

Obtuvimos lo que alguien había escrito en un diario, en donde se mencionaba a este ser solo en las primeras tres páginas, para nunca volver a nombrarlo.

También encontramos la bitácora de un barco, la cual no explicaba nada sobre el encuentro, solo mencionaba, en su último registro, que el Rastrillo le había indicado al él que se marchara.

Empezamos a notar que, en muchos casos, la criatura hacía una serie de visitas a la misma persona durante un periodo de tiempo indeterminado. Varios individuos mencionaron en esos registros que el ser les había hablado (mi hija incluida). Esto nos llevó a preguntarnos si el Rastrillo había visitado a cualquiera de nosotros anteriormente.

Para averiguar más sobre esto, instalé una grabadora digital cerca de mi casa y la dejé grabando todas las noches por dos semanas. Tan pronto me despertaba, revisaba los tediosos sonidos que hacía mientras daba vueltas en la cama. Al final de la segunda semana ya estaba acostumbrada a las grabaciones y las reproducía a ocho veces su velocidad normal (esto me llevaba alrededor de una hora todos los días).

Durante el primer día de la tercera semana, creí escuchar algo distinto. Era una voz aguda. Era el Rastrillo. No soporté escucharla el tiempo suficiente para transcribir lo que dice. Tampoco he permitido que nadie más lo haga. Todo lo que sé es que lo he escuchado antes y comienzo a creer que habló cuando estuvo frente a mi esposo. No recuerdo haber oído nada en ese preciso momento, pero por alguna razón, la voz en la grabadora me lleva a ese instante.

Cuando imagino lo que debió pasar por la mente de mi pobre hijita no puedo evitar sentirme furiosa y triste. No he visto al Rastrillo desde que arruinó mi vida, pero sé que él estuvo en mi cuarto mientras dormía. Lo sé y me aterra pensar que una noche despertaré y estará ahí, a los pies de mi cama observándome".

martes, 9 de julio de 2013

La cosa en la ventana - Historias de terror


Ha estado aquí por casi una semana.
La cosa en mi ventana. Da la impresión de no tener rasgos, solo piel cubriendo lo que parece ser una cara humanoide.

De alguna forma se presiona contra la ventana. No sé cómo llegó aquí, ni cómo deshacerme de ella.

Al principio pensé que era una broma, un maniquí o muñeco que algunos idiotas dejaron para molestarme. Pero me di cuenta de algo: al salir de casa para intentar quitarlo no estaba. Me encogí de hombros creyendo que alguien lo había escondido mientras me dirigía hacia la puerta, pero al volver, allí estaba, en la maldita ventana; mirándome. Rodee la casa a toda prisa gritándole a los supuestos culpables que salieran; pero nadie contestó.

La cosa está desnuda, no tiene pelo, y de hecho tampoco parece tener ojos; mucho menos un rostro. Sin embargo al ingresar a la habitación, noto como su cabeza está enfocada siempre hacia mí. 

Me siento en la computadora y percibo su odiosa mirada perforando mi nuca. Pero cuando volteo para ver qué hace, observa inocentemente hacia otra dirección.

El jueves finalmente intenté abrir la ventana; desgraciadamente está atorada. Creo que las manos de aquella cosa la mantienen cerrada.

Fue en aquel momento cuando vi su verdadero rostro: sus ojos y boca se hallaban justo bajo su piel, presionando hacia afuera.
Me miró sonriendo. Por supuesto, grité.

Moví mi puño hacia atrás y golpeé el cristal; decidido a librarme de ese maldito monstruo mirón de una vez por todas. Sé que tenía fuerza suficiente. El vidrio debía haberse roto. Pero no lo hizo.
Tembló cuando lo golpeé, pero no se quebró.
La sonrisa de la Cosa se hizo más y más ancha, al grado que pensé que partiría su cabeza en dos.

La criatura entonces levantó su propia mano y golpeó la ventana con la palma, imitándome. Acto seguido vi una pequeña grieta en aquel lugar donde asestó el golpe, retrocedí asustado. De ninguna manera quería a esa monstruosidad en el mismo cuarto donde estaba. Así que conseguí cinta de aislar y comencé a cubrir la ventana.

No podía mirar aquella “cosa” directamente, y saber que estaba ahí observándome con su rostro deformado. Sin embargo no pude evitarlo. Lo miré rápidamente. Solo una ojeada. Estaba enojado.

La sonrisa era ahora una mueca de odio llena de dientes. La piel se había desgarrado sobre su boca y ahora podía ver su cavernosa garganta. Un rugido amenazador sacudió la casa y la pequeña grieta comenzó a crecer como hielo quebradizo rompiéndose. Quité la cinta de aislar lo más rápido que pude, el sonido se detuvo; la piel rota de la Cosa comenzó a sanar de nuevo y volvió a sonreír.

Ya es de noche, no hay ruidos, ni rugidos, nada de vidrios rompiéndose.
Todo permanece en calma.

Puedo sentir sus garras sujetando la parte posterior de mi silla. Oigo su piel rasgándose mientras sonríe.

Me está mirando mientras escribo.

jueves, 4 de julio de 2013

El despellejador - Historias de terror


Mi mejor amigo murió la noche anterior y sé que la culpa fue de esa maldita cosa a la que llaman el despellejador. La primera vez que me habló de él fue hace dos semanas, cuando lo soñó por primera vez.

En aquel sueño, me relató que había visto una figura andrógina, alta, con una multitud de extremidades alargadas; y que en lugar de pies solo tenía manos.

Aquella cosa estaba desnuda, con piel que parecía desprenderse, como la de una serpiente mudando. No tenía ojos, solo una boca que se alargaba tanto como él quería.

Recuerdo el terror que expresó cuando me contó todo sobre él, especialmente el miedo en sus ojos al rememorar un episodio en uno de sus tantos sueños en el que la horripilante creatura demostraba su velocidad, como si quisiera advertirle que no podría escapar de él por más rápido que corriese.

Luego siguió confiándome otras cosas, me dijo que comenzó a verlo más seguido, ya no aparecía solamente en sus sueños si no en cada lugar al que iba. Narraba como siempre se manifestaba con aquella sonrisa siniestra, desapareciendo al instante, y volviendo a aparecer acto después aunque más cerca en cada ocasión.

Así que ayer decidí pasar la noche con él para que no estuviera tan aterrado mientras sus padres salían de paseo, esperando que quizás yo pudiera consolarlo y decirle que todo estaría bien, que tal vez aquella cosa que creía ver no era real.

Fue a media noche cuando desperté y mi amigo me tomaba de la mano.

"Sé lo que quiere" susurró.

Recuerdo como habló suavemente, con miedo en sus palabras. Volteé para verlo, pensando que estaría mirándome; pero en lugar de eso sus ojos estaban fijos en el techo. Así que hice la peor cosa posible: miré hacia arriba y finalmente lo ví por mí mismo, supe lo que quería.

La puta monstruosidad estaba adherida al techo, sonriendo, con sus colmillos afilados como agujas, brillando en la oscuridad. La criatura llevaba 'parches' de piel de varios colores y cada uno tenía un rango distinto de 'frescura'.

Averigüé más tarde que la cosa despellejaba a sus víctimas, provocándolas y fastidiándolas antes de tomar su piel.

Observé como la criatura se dejó caer en la cama, ignorándome y dándole especial atención a mi amigo, quien gritaba de terror. Cerré los ojos tan fuerte como pude, pero aún así fui capaz de escuchar lo que ocurrió.

Pude oír los gritos de mi amigo mientras la criatura lo arrastraba de la cama hacia el pasillo más allá de la puerta.

Tal vez podría haberlo ayudado, pero creo que eso ya no importa.

Han pasado dos semanas y esa cosa está ahí afuera, la puedo mirar desde de la ventana. Está con aquella maldita sonrisa. Y sé lo que quiere.

Fuente: mitosmonstruosyleyendas.blogspot.com.ar

martes, 2 de julio de 2013

"Íntegro" - Historias de terror


Breve Historia del Hospital Psiquiátrico de Urbys:

Las dependencias del Hospital fueron donadas por el Dr. Idíbal Zemog, un estudioso de la mente humana. El establecimiento fue necesario prácticamente desde la fundación de la Ciudad. Los extraños sucesos que allí acontecieron lograron su indispensable presencia para el tratamiento de los torturados residentes de Urbys.

El Hospital abrió sus puertas luego de la desaparición del Dr. Idíbal Zemog. En su testamento dejó bien clara su voluntad: "Lego este edificio a la Ciudad de Urbys para la creación de un Hospital Psiquiátrico bajo la condición que el cuarto 334, el cual señalé en el plano adjunto a este testamento, jamás sea abierto".

Se cuenta que el Arquitecto que remodeló las instalaciones por última vez, conociendo la historia del edificio, cedió a su curiosidad y violó la voluntad del Dr. Idíbal Zemog. Por supuesto, el hecho jamás pudo probarse pero, trascendió de boca en boca el contenido del cuarto 334: dicen que el Arquitecto encontró un cuerpo momificado y un diario cuya última anotación era más o menos así:

-

"Cuando nacemos carecemos de integridad. Mientras la vida transcurre nuestro órgano de la conciencia crea una maravillosa sensación de unidad. Creemos que somos siempre el mismo. El que tengamos un nombre y que los demás nos reconozcan con él, la manera de comer, el color de pelo, el olor, la forma de vestir, alimentan esa ilusión. Nosotros mismos contribuimos en mantener la ilusión eternizando hábitos, muchas veces contra toda razón.

La gente que me rodea cree que permanezco siempre igual, que me conservo entero, pero yo sé que mi espíritu se desgaja en pedazos con un sonido sordo, un sonido ya tan familiar. Pienso en este saber momentáneo y me veo en un presente que en instantes nuevamente dejará de existir.

Debemos alimentarnos día a día. Al comer hacemos entrar en nuestro cuerpo complejos y extraños objetos orgánicos e inorgánicos, nutridos por la misma tierra que nosotros. Al hacerlo consumamos un sacrificio en el cual elegimos por nosotros frente a todas las cosas.

Amaba el olor de la carne asada, los aromas de los guisos especiados, los ruidos de las ollas hirvientes, el sabor de una fruta fresca, el vino vertido en mi estómago cuyo calor sentí difundirse por todo mi cuerpo, el agua que hace fluir en nosotros los minerales de la tierra y de la lluvia.

Jamás tomé alimento sin maravillarme de que esa materia pudiera convertirse en sangre, en calor, en valentía, en amor, en miedo. Si mi espíritu tuviera los poderes asimiladores de mi cuerpo todo hubiera sido muy diferente.

Así renovamos nuestros tejidos, oxigenamos nuestras células, y luego, excretamos los desperdicios de la transformación.

También dediqué mi tiempo a otro tipo de alimento, más sutil. Una adecuada elección de las impresiones conforma un alimento que nutre la psicología. El buen cine, la literatura, la plástica, me dieron la más fina sensibilidad. Una sensibilidad que me permite apreciar la realidad del modo más especial.

El tiempo discurre por entre las rendijas del espacio y se vierte en la nada de donde salió. Avanza inexorable, dejando recuerdos oscuros de un presente inasible que se me escapa con el acostumbrado sinsabor. ¿Qué es un minuto? ¿Qué es un segundo? Siento el paso del tiempo dolorosamente.

Cuarenta años vividos y mis recuerdos se podrían sintetizar en dos horas de relato ¿Qué es lo que sucede con lo vivido?

Con cada evocación pierdo parte de la vivencia tiñéndola de las impresiones del presente. Me gustaría tener una memoria perfecta que me permita recordar con exactitud lo vivido. Así, volvería vivir cada instante de la totalidad de mis experiencias. De esta manera los seres queridos no se irían, estarían con uno para siempre. Quisiera poder evocar a cada uno de los que vivieron algo conmigo pero apenas puedo rescatar una sensación, un sentimiento, una idea. Pero recordar en forma perfecta no me dejaría tiempo para vivir el presente. El presente se perdería en los recuerdos de una vida. Así pasaría el tiempo, recuerdo tras recuerdo en una cascada interminable. Quedaría atrapado en un bucle infinito de imágenes rememoradas.

Llegué a una edad en la que la vida es una derrota aceptada. Ya ni una partícula de mi cuerpo es la misma que nació hace tantos años. ¿Quién soy?, me pregunto. Ni bien la carne que me conforma comienza a pertenecerme, muere y es reemplazada, de una manera cada vez menos eficiente, por este sistema que es mi cuerpo. Siento como la materia que me constituye nace y luego muere antes de ser totalmente mía.

Recuerdo claramente el día en que la idea se instaló en mi mente. Pensé por primera vez que mi cuerpo, este amigo mejor conocido que mi alma, no es más que un monstruo que espera devorarme. Las pantagruélicas comidas me llenaron de la repugnancia y al hastío. La operación de alimentarme que merecía tantos cuidados dejó de tener sentido.

Me abstuve de comer carne, tal vez inspirado en los hindúes que apartan la mirada de los corderos humeantes, o tal vez inspirado en los períodos de ayuno ritual de algunas religiones. Pero no fue suficiente. La dieta herbívora me exigía más atenciones que la misma gula y no mitigaba la horrible sensación de incompletitud. Pero descubrí que en la represión de los apetitos había una verdad oculta.

Me invade una sensación de perdida abrumadora y se me plantea una lucha interior: puedo descansar, olvidarme de todo y dormir en paz o bucear en mis sentimientos para saber qué me pasa. Aquí estoy, con mis muertos, con mis alegrías banales, con mis emociones, con mis fantasmas, con mis rencores, conformando un tramado humano efímero en el tapiz de conciencias de este planeta. Que pequeñez, que insignificancia. La pregunta "para qué" surge sola, sin esfuerzos, con un lastimero silencio como respuesta. "Para qué".

Entonces decidí morir íntegro o, por lo menos, lo más íntegro posible.

Suprimí las charlas intrascendentes y toda relación con cualquier planta, animal o persona. Dejé de hablar con los demás hace un tiempo que me es imposible determinar, para apartarme de las impresiones del mundo que también me contaminan. Si hubiera podido dejar de respirar por una hora lo hubiese hecho. Mi relación con el género humano se fue volviendo cada vez más distante.

La sensación de frío o de calor me atormentan especialmente. Puedo llenar una bañera con agua para meterme en ella y regular su temperatura hasta no sentir sensación alguna, pero tarde o temprano algún tipo de impresión rompe el hechizo.

De a poco fui dejando de comer, de beber líquidos excepto agua. Al comienzo fue muy difícil porque mi cuerpo se revelaba contra la abstinencia.

El sueño fue paulatinamente ganando espacio. Empiezo a reconocer a la muerte cada vez que me abandona la conciencia. El sueño en el caigo cada vez más frecuentemente me muestra la manera de dejar de ser. Siento el agotamiento de mi sustancia humana. Una maravillosa levedad me invade cada vez que caigo dormido. Se me embotan los sentidos y pienso que el trance será subjetivamente más rápido.

Dejé también de ver y oler, de escuchar y de sentir con la piel. Ahora, siento como esa deliciosa sensación de integridad crece dentro de mí. Cuando más completo me siento la vida se me escapa. Mi piel y mis huesos son prácticamente la misma cosa y ya no me quedan fuerzas para disfrutar del momento.

Si la muerte voluntaria no fuera deseable, no estaría condenada por la mayoría de las religiones. El deseo de la propia muerte es un sentimiento lícito, no hay dudas.

Encuentro a la muerte en el acto más íntegro de mi existencia."


Íntegro. © Aníbal Gómez de la Fuente, 2004.

Fuente: axxon.com.ar
Modificaciones al texto original: Oscuridad Oculta

lunes, 1 de julio de 2013

El cementerio de Stull - Artículos


A lo largo y ancho del mundo encontramos cementerios marcados en el mapa con rojo. Lugares que han sido escenario de miles de leyendas fantasmagóricas y que aglutinan una gran cantidad de turistas curiosos movidos por el ocultismo. 

Entre esa inmensa lista de cementerios hay algunos que sobresalen como por ejemplo el cementerio de Stull. Este camposanto está emplazado en un pueblo muy pequeño llamado Stull a pocos kilómetros de Lawrence, Kansas City, y actualmente es uno de los cementerios con mayor fama de encantado del mundo. Tal es el punto, que se dice que aquí está ubicada una de las siete puertas del infierno.

Las leyendas que se saben de la iglesia y el cementerio de Stull tienen más de 100 años, no obstante, no fue hasta 1974 cuando se dieron a conocer de forma masiva. En este año se publicó un artículo en el periódico de la universidad de Kansas en el que se narraban una gran cantidad de hechos extraños acontecidos en el lugar.

Fue en ese momento cuando el mundo se enteró las habladurías de los lugareños, las cuales afirmaban que el mismísimo Diablo aparecía dos veces al año en Stull, en el equinoccio de primavera y en Halloween.

Si el Diablo ya daba un aire de imponencia, el resto de las historias que se narraban ponían los pelos de punta aun más: testimonios más recientes de personas que habían pasado por el cementerio notando como eran agarrados por manos invisibles, pérdidas de conocimiento y memoria, desorientación o apariciones espectrales eran algunas de las joyas terroríficas que se desgranaban en el texto.

Uno de los relatos cuenta, que dos hombres visitaban el cementerio de noche cuando se asustaron al ser tocados por un fuerte viento que no parecí­a soplar de algún lugar en particular. Cuando regresaron temerosos al coche, descubrieron que el mismo habí­a sido corrido del sitio donde lo habían aparcado: justo al otro lado de la carretera y en dirección opuesta. Otro hombre declaró experimentar este mismo viento anómalo, pero dentro de la iglesia. La corriente del aire lo golpeó lanzándolo al suelo e impidiéndole que se moviera. Precisamente dentro de ese lugar de culto, testigos han asegurado que lloví­a dentro cuando en el edificio no hay ningún tipo de azotea para que esto ocurra.

Los habitantes de Stull, que son pocos por cierto, aseguran la veracidad de esas historias. Incluso el párroco del lugar afirma que los episodios en cuestión no son obra de la imaginación de cuatro o cinco estudiantes.

Pero ¿a qué se debe este halo paranormal en Stull City?

Al parecer, las leyendas hablan de que en 1850 un hombre perturbado apuñaló al entonces alcalde del pueblo. El incidente aconteció en un granero de piedra, lugar en el que se construyó una iglesia que más tarde fue arrasada por un incendio. Todo ello habría ocurrido en los terrenos del cementerio al cual nos referimos.

Además, hay otras historias como la de un árbol en el que, según se cuenta, fueron ahorcadas varias brujas condenadas, o la existencia del sepulcro de uno de los hijos de Satán. Un niño que nació deforme y murió a los pocos días enterrando su cuerpo en lo que hoy es el camposanto de Stull.

Estas y otras historias parecen alimentar la idea de que el territorio está marcado por el Diablo. Un lugar maldito en el que los muertos pueden cruzar la puerta del infierno, ubicada en la actual iglesia del cementerio.

Fuentes: sobreleyendas.com, tarotistas.com

 
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